Tras su debut mundial en el 27º Festival de Cine Tallin Black Nights en Estonia, “Un
Actor Malo” se adentra en los cines mexicanos el próximo 4 de abril bajo la dirección de Jorge Cuchí y la distribución de Cinépolis. Este filme, la segunda obra del cineasta
puertorriqueño, se presenta como un relato crudo y sin filtros sobre los entresijos de
una producción cinematográfica marcada por el abuso.
Protagonizada por Alfonso Dosal y Fiona Paloma, “Un Actor Malo” se sumerge en
territorio incómodo desde sus primeros minutos, desafiando la noción convencional de
una película “buena” y obligando al espectador a cuestionar sus propios prejuicios y
valores.
La trama se centra en Daniel Zavala (interpretado por Dosal), el actor principal acusado de abusar de su compañera de reparto, Sandra Navarro (interpretada por Paloma), durante la filmación de una escena íntima. A medida que la historia se desarrolla, se profundiza en las complejidades del incidente y las repercusiones que tiene en todos los involucrados.
Para Fiona Paloma, dar vida a un personaje tan desgarrador como Sandra Navarro fue
un desafío que trascendió la mera actuación. En una entrevista con Actitudfem, la actriz señala la importancia de entender el contexto social mexicano para capturar la
verdadera magnitud del sufrimiento de su personaje.
La película no se limita a narrar el incidente de abuso, sino que también plantea
preguntas incómodas sobre la naturaleza del mal y la responsabilidad individual y
colectiva. Paloma destaca la existencia de múltiples antagonistas en la trama, desde el perpetrador del delito hasta aquellos que encubren o justifican su comportamiento.
“Un Actor Malo” adopta una perspectiva multifacética para explorar las distintas
visiones del conflicto: desde la experiencia de la víctima y el victimario hasta las
reflexiones sobre la justicia y la responsabilidad social. La película expone las fallas del sistema judicial y la cultura del linchamiento en redes sociales, mostrando cómo estos aspectos contribuyen a la perpetuación del sufrimiento y la impunidad.
A través de su trama intensa y sin concesiones, “Un Actor Malo” desafía al espectador
a confrontar las realidades incómodas de la sociedad contemporánea y a replantearse
sus propias percepciones sobre la justicia y la moralidad. Es un recordatorio oportuno
de la urgente necesidad de abordar los problemas de violencia de género y la injusticia sistémica en todas sus formas.
En resumen, “Un Actor Malo” no es simplemente una película sobre un incidente de
abuso, sino un poderoso llamado de atención sobre las fallas de nuestro sistema de
justicia y la necesidad de un cambio cultural profundo y duradero. Es una obra que resonará en la conciencia colectiva mucho después de que las luces de la sala de cine
se hayan apagado.